Entrenando para vivir más y mejor
PREVENCIÓN
ENTRENANDO PARA VIVIR MÁS Y MEJOR
No hay duda: ¡cada vez vivimos más! Los innumerables avances de las últimas décadas en el cuidado de nuestra salud1 han prolongado drásticamente nuestra esperanza de vida1-3.
Esto provoca cambios, como que la media de edad de la población mundial no pare de subir1,3,4. Por ejemplo, en el año 2050, el número de personas en el mundo mayor de 60 años, ¡se habrá triplicado!4
Ahora entra la segunda parte de la ecuación: vivir más… y mejor. A medida que aumenta nuestra edad, el reto que se nos plantea es mantener una buena capacidad funcional y un alto nivel de independencia, y la energía suficiente para disfrutar la vida4. Para lograrlo, lo primero que debemos hacer es comprender el proceso de envejecimiento3.
El envejecimiento es un proceso biológico y fisiológico irreversible, que implica un declive de nuestras funciones, pero de causas aún desconocidas2,3,5. Es un proceso tan complejo, que no nos afecta a todos por igual3. Es más, en cada uno de nosotros se manifiesta a un ritmo distinto en cada uno de nuestros órganos3.
En un estudio reciente, se han identificado hasta nueve señales que describen el envejecimiento5. Una de estas, y la que parece ser más determinante, son los cambios en el sistema inmune5. Este declive del sistema inmune con la edad tiene un nombre: inmunosenescencia3,5,6. Explica por qué a medida que somos más mayores, somos más susceptibles y vulnerables frente a las infecciones y otras enfermedades1,7.
Sin embargo, también sabemos que la inmunosenescencia no nos afecta a todos por igual.3
Mantener un estilo de vida saludable puede ayudarnos a envejecer mejor8. Es lo que hemos llamado inmunofitness, dividido en cuatro pilares fundamentales:
- Cuidar el sistema inmune
- Seguir una alimentación saludable
- Mantener una vida activa
- Tener una mente sana
Está estudiado que, por ejemplo, hacer ejercicio de forma mantenida retrasaría nuestro envejecimiento inmunológico8, y que no fumar ni beber, comer mejor y bajar nuestro estrés podrían también retrasar el declive fisiológico causado por la edad2.
Porque sí, el envejecimiento es un proceso inexorable que llegará tarde o temprano, pero está en nuestra mano entrenar nuestra salud para combatir sus efectos y vivir el mayor tiempo posible con calidad de vida.
¿Te apuntas al inmunofitness?
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REFERENCIAS
1. Weinberger B, Herndler-Brandstetter D, Schwanninger A, Weiskopf D, Grubeck-Loebenstein B. Biology of immune responses to vaccines in elderly persons. Clin Infect Dis. 2008;46(7):1078-84
2. Lee HW, Rhyu HS. Antiaging strategy considering physiological characteristics. J Exerc Rehabil. 2019;15(3):346-350
3. Xu W, Wong G, Hwang YY, Larbi A. The untwining of immunosenescence and aging. Semin Immunopathol. 2020;42(5):559-572.
4. Garatachea N, Pareja-Galeano H, Sanchis-Gomar F, Santos-Lozano A, Fiuza-Luces C, Morán M, Emanuele E, Joyner MJ, Lucia A. Exercise attenuates the major hallmarks of aging. Rejuvenation Res. 2015;18(1):57-89.
5. Fülöp T, Dupuis G, Witkowski JM, Larbi A. The Role of Immunosenescence in the Development of Age-Related Diseases. Rev Invest Clin. 2016;68(2):84-91.
6. Turner JE. Erratum to: Is immunosenescence influenced by our lifetime «dose» of exercise? Biogerontology. 2016 ;17(4):783. Erratum for: Biogerontology. 2016;17(3):581-602.
7. Weiskopf D, Weinberger B, Grubeck-Loebenstein B. The aging of the immune system. Transpl Int. 2009;22(11):1041-1050.
8. Turner JE. Is immunosenescence influenced by our lifetime “dose” of exercise? Biogerontology. 2016;17(3):581-602.
Para más información, consulte a su médico.
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