Fátima Castaño: qué es el estrés y cómo prevenirlo
MENTE SANA
Fátima Castaño: qué es el estrés y cómo prevenirlo
A las puertas del verano y con mil planes por delante. ¿El objetivo de las vacaciones? Pasarlo bien, aprovechar para estar con y disfrutar de la familia y de los amigos pero, principalmente, desconectar para volver con las pilas más que cargadas y la mente “clara”.
A lo largo del año asumimos responsabilidades, perseguimos objetivos, cumplimos con compromisos… Amigos, pareja, hijos, familia y trabajo requieren de nuestra energía. Aunque en ocasiones consideremos que podemos con todo, no siempre es así.
Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), el estrés es una tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.
Hablamos con Fátima Castaño del estrés. Ella es psicóloga especializada en el ámbito de la salud y, más en concreto, en la atención a pacientes con enfermedades crónicas y a sus familiares.
¿Todo el mundo puede padecer estrés?
Potencialmente todos podemos padecer estrés ya que es una respuesta de nuestro organismo ante una situación de elevada demanda. Aun así, hay personas con mayor riesgo a padecer estrés. Son principalmente personas expuestas a una situación muy demandante, que requiere de muchos recursos por su parte o bien personas con poca gestión de la organización, con dificultades para decir que no y, por lo tanto, mayor tendencia a sobrecargarse.
¿Cómo sé que es estrés y no “un mal día” o “una mala racha”?
Los síntomas del estrés pueden ser muy variados y se relacionan, a menudo, con los síntomas de la ansiedad.
Puede haber síntomas somáticos que pueden ir desde la falta o exceso de apetito a problemas de atención como despistes o falta de concentración, y también existen síntomas musculares, normalmente ubicados en la zona de las cervicales.
La principal diferencia entre el estrés y tener “un mal día” es que una situación de estrés no dura 24 horas sino que es una etapa más duradera de elevada activación. De hecho, en una situación de estrés, tendremos la capacidad de detectar cuáles son esos puntos detonantes: una enfermedad, la situación laboral, una situación familiar…
«Ante una situación de elevada demanda uno de los síntomas del estrés es la dificultad por concentrarnos en una sola cosa»Fátima Castaño, psicóloga
¿Cuál es el origen del estrés? Lo que “afecta” al vecino puede que no me afecte a mí, ¿de qué depende?
El origen del estrés es, fundamentalmente, esa percepción de “tengo que atender a muchas cosas y no tengo la capacidad suficiente para afrontarlas”. Puesto que no todos tenemos las mismas dificultades ni los mismos talones de Aquiles, no a todo el mundo le sobrecarga la misma situación.
¿En qué puede derivar un estrés mal “tratado”?
Un estrés mal gestionado puede derivar, a medio plazo, en problemas de ansiedad, insomnio, falta de concentración, dolores musculares o somatizaciones de tipo gástrico y digestivas.
A largo plazo un estrés mal gestionado y mal resuelto puede conllevar situaciones más emocionales como tristeza, sentimiento de inadecuación o baja autoestima.
¿En resumen? Es importante cuidarnos y escucharnos para actuar a tiempo ante una situación de estrés.
«Todos los que nos dedicamos a la salud recomendamos el ejercicio físico para obtener un buen estado de ánimo»Fátima Castaño, psicóloga
¿Qué debo hacer si siento que estoy estresado?
Resulta fundamental poder identificar la fuente de estrés para gestionar, en la medida de lo posible, los elementos que nos permitan disminuir la sensación de presión. Además, contar con la ayuda de un profesional nos ayudará a allanar el camino.
Muchos pacientes míos también practican ejercicios de relajación y ejercicio físico. Son de gran ayuda para disminuir la tensión corporal. En ambos casos, para poder incorporar sus beneficios, hay que entrenar y relajarse de forma constante. No vale hacerlo solo un día.
Y, para terminar, pero no menos importante, resulta imprescindible saber buscar apoyo a la hora de desarrollar ciertas tareas. Saber y ser conscientes de que no podemos con todo será un primer gran paso.
Dicen que la sonrisa es la mejor aliada contra el estrés
La sonrisa es una buena aliada, prácticamente para todo aunque no siempre estemos predispuestos a sonreír.
Debemos tratar de generar buenos hábitos de vida y darle espacio a la pareja, la familia y las aficiones. El objetivo es que no toda nuestra vida esté focalizada en un punto para que nos podamos sentir completos. Solo así sonreiremos de verdad.
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